Ponme un vaso de polvo de cráneo infantil
pues las promesas rotas espesan más fácil
en la sangre
de quienes no han fijado su memoria.
Ponme un plato de sentido común robado,
revoluciones refrigeradas de palillo,
que entre los dientes no me queden
hilos incómodos de ideas,
pues tengo invitados a cenar.
No se puede follar sin comer bien
y con esa excusa he logrado
la santidad.
Así que, ponme de postre
una taza de celibato literario,
no libertario, sí publicitario,
sin anunciarlo para qué nuestro calvario.
¿No es la cocina el monumento más elevado
que hemos construido a la cultura universal?
Comiéndonos como mutuo pasto
no hay nada que una buena salsa no pueda cubrir.
También la vergüenza emulsiona al pil-pil
colocada a fuego adecuado
cuando acertamos con su cadencia.
Ponme una bandeja de normas estériles.
Ponme…
Aupa Asel
Hace años que no sabia nada de ti, apenas recuerdo la ultima vez que te vi «en transito» en un aeropuerto.
Un saludo espero volver a verte pronto
Aupa! No me doy cuenta de quién eres, pero ahora te escribo un mensaje privado. Saludos!