En una familia progre, un día corriente, una conversación corriente…
-Y, ¿cómo te ha ido la entrevista, te han aceptado en el McDonalds?
-No, papá, he encontrado un trabajo mucho mejor en el burdel de la esquina. El sueldo es mejor, teniendo en cuenta las comisiones, así que ya puedes decirles a tus compañeros del curro, que hacemos precios especiales por penetraciones dobles.
-Qué alegría, cariño, siempre supe que podías ser una buena puta, como tu abuela. Te voy a hacer publicidad en todo el barrio, ya conozco más de uno que se va a hacer cliente habitual, ni se lo van a creer.
-Sí, ya lo he pensado, sabiendo cómo me suelen mirar algunos de tus amigos… También puedes venir tú, a los familiares nos dejan hacerles un 30% de descuento también. Y claro, no tienes por qué elegirme, conmigo también han aceptado a la hija de Pascual, y ya sé cómo te ha calentado siempre…
-¿La hija de Pascual? ¡No jodas! Luego le llamo para felicitarle. Hacen falta ideas frescas, jóvenes emprendedoras como vosotras, y me va a venir bien ese descuento, no sabes la pasta que me gasto todos los meses en ese puti… De joven también me lo pensé, por seguir la tradición de mamá, e hice la prueba, pero no valía, me decían que tenía el culo demasiado estrecho y que no tenía una buena técnica para las mamadas. Pero bueno, al menos mi hijita ha recuperado la tradición, que bueno.
-Además, como voy a trabajar de noche, puedo seguir estudiando.
-¿Estudiar? ¿Pero para qué quieres perder el tiempo? Vas a ver, pronto te harán fija, tienes negocio para toda la vida ahí. Pilla experiencia, y de aquí a unos años puedes empezar tu propio negocio. Siempre he pensado que sería cojonudo una cooperativa de prostitución autogestionada. Cuando se lo digas a mamá se va a llevar la alegría de su vida.
-Deberías convencerla a ella, todavía está en forma, a ver si deja esa mierda de curro en Carrefour.
-A mamá…, no sé yo, no creas que es tan hábil como tú…